
Mezclado: Cornell & Diehl
Manufacturado: Cornell & Diehl
Blend: Virginia, Kentucky y Perique, con un topping de bourbon (Va/K/Per)
Presentación y corte: lata de 02 oz, Crumble Cake.
Los colores en el cake son predominantemente marrones (en varias tonalidades claras), con algunas hebras amarillentas y muy pocos tonos oscuros
Aroma: En lata es terroso y dulzón, con notas a frutos secos (almendras o nueces) y un toque leve de vinagre (supongo que por la presencia de perique, que es solo un condimento)
Humedad: ideal tanto en lata, solo hay que cortar un poco, desmenuzarlo y cargar la pipa elegida (en este caso, una blowfish de morta del artista Ryan Alden).
Durante la fumada no surge humedad y al final de la misma, no queda una sola hebra sin quemar (lo cual también dice mucho de la pipa) y el fondo de la pipa está seco.
Encendido: No presenta ningún problema. En mi caso, dejé reposar a partir de la mitad de la fumada, hasta después de la siesta..
Bite: no tiene.
Roomnote: agradable y amaderado.
Tipo de carga: media.
Carga nicotínica y fuerza: media a alta, con golpe nicotínico si nos descuidamos.
Maridaje: un café fuerte, un trozo de chocolate amargo, y si es por la noche, un buen whisky.

Momento del día: luego de varias fumadas, creo que es ideal como tabaco para la noche o el atardecer.
Humo: liviano y astringente.
Desarrollo y apreciación: uno de los tabacos cuyos cambios durante la fumada más me sorprendió. Si bien predominan los virginias, esto no es un straight o un full virginia.
Al principio se siente cierta aspereza (creo que es tanto el red virginia como el kentucky, que si bien es un aderezo, se percibe), con notas terrosas y cítricas, y muy al fondo al dulzor de los virginias brillantes, que a medida que va progresando la fumada se van haciendo más presentes.
Lo que también aparece de forma progresiva son unas notas avinagradas y a frutos secos (almendras, que ya se percibían en frío levemente).
El perique es apenas un condimento y casi ni se siente, lo mismo que el bourbon.
Al final, es mucho más amable la fumada, perdiendo esa aspereza inicial.
Como dato de color, la lata la compré en julio del 2018, pero su sello informa como fecha de producción octubre del 2015, o sea que ya lleva su tiempo el tabaco.
Un tabaco para tener en rotación y para embodegar. Impresionante.
Ceniza: grisásea y seca, se quema absolutamente todo el tabaco, sin dejar humedad en la cazoleta.