Se fué tan rápido que no llegamos a sacarle fotos y tuvimos que usar las que nos mandó Micah.
Hay muy poco que pueda agregar a lo que dicen las imágenes.
Una pipa única, distinguida, elegante, y contemporánea, que encontró un lugar de privilegio en una muy variada y sofisticada colección.
La impecable técnica y la gran inspiración de "Yeti" están de manifiesto en cada uno de los detalles de esta pieza que apela tanto a los sentidos como a las emociones: arte sin duda alguna.
Una de esas que nos cuesta mucho dejar ir.
 
JMV