Scottie es una joven artista estadounidense muy reconocida fundamentalmente por sus encantadoras y muy elegantes cañas pencil y por sus muy creativas Gourd Clabash.
Cuando saqué esta pipa de su robusto embalaje para envíos internacionales me pasaron dos cosas: la primera fué que tuve la impresión de estar teniendo una alucinación. Pensé "no hay forma de que esta caña sea de brezo y, por lo tanto, me la estoy imaginando". La segunda, una vez que comprendí que la pipa era íntergramente de brezo, fué que me atacó una especie de temor incontrolable. Miedo de partirla al medio con el solo hecho de mirarla fijo.
Superadas las etapas alucinatorias y de temor, pude dedicarme a disfrutar esta hermosísima pipa en detalle.
Cada aspecto de la composición de la pieza habla de una sensibilidad poco habitual y de una precisión en la ejecución que raya en lo obsesivo. Esta sensibilidad y precisión, combinadas con un buen gusto envidiable, se traducen en este objeto precioso casi hipnótico.
La cazoleta perfecta de un atemporal Dublin. Una caña surrealista en su diámetro y largo. El micro-arenado que cubre todo el stummel con una textura "criss-cross" con excepción del rim pulido y lustrado. El acento de lapis lazuli en la montura. El teñido casi natural o blonde. La boquilla como la punta de una flecha rematada en una paleta y botón que se ven muy muy cómodos. Una cazoleta con un espesor de paredes que está muy cerca de los 3/4 de centímetro y con una capacidad de carga de un Group 3. Y todo esto en 21,6 gramos. Sí, leyeron bien, menos de 22 gramos.
Es una delicia mirarla. Es un sueño tenerla en la mano, casi no sentirla por su peso, y sólo reconocerla por sus texturas. Una experiencia sensorial totalmente distinta a la que uno espera de una pipa.
Una pieza exquisita, de una elegancia y sensibildad que sorprenden y emocionan.
De lo mejor que he visto.
 
JMV