¿Qué se puede decir sobre una pipa Castello sin caer en una obviedad grosera? Condenado a fracasar desde el vamos, sucumbo ante lo evidente: ¡Es una increíble pieza de brezo! Sobre todo por los siguientes detalles que hacen a la exquisitez de pipa: el rusticado tan particular que caracteriza a esta firma, que llega hasta el rim, es un deleite al tacto... nada que hayan acariciado antes se le parece ni por cerca; otra sorpresa es el peso de la pipa, teniendo en cuenta el grosor de las paredes de la cazoleta, que por otro lado es de una muy generosa carga; el shape (KKKK)… señores, estamos frente a un clásico que no puede faltar en una colección de alto nivel que, si observan, gracias al pulido de su base, se sostiene como la mejor sitter y presten atención a la delicada transición con la boquilla.
Herido de muerte frente a un embate tan descomunal, me retiro a fumar mi Castello dejándoles el siguiente consejo: ¿Qué espera para disfrutar de una pieza única de calidad inigualable? No desespere, solo apersónese en Patagoniapipes.com y mírela… sosténgala… luego de ese encuentro, usted no será el mismo.
 
F.G.