Otra pieza exqusita donde Bill deja de lado sus características asimetrías en busca de una perfección clásica y atemporal de la que muy pocos carvers son capaces.
Una pipa sin tiempo ni época que se encontraría cómoda tanto en el "smoking room" de un antiguo club de caballeros en Londres como en la más moderna y sofisticada de las colecciones.
Un lujo.