Reseñar las piezas de nuestro amigo Alex es un gran desafío y un desafío que no se puede esquivar, ya que las fotos no suelen hacerles justicia. No importa cuantas saquemos.
La única constante en el arte de Alex es el cambio permanente y la sorpresa, y cada una de sus nuevas colecciones implican un cambio de paradigma en lo que uno puede esperar cuando una pipa sale del taller de un verdadero artista.
Esta pipa es una amalgama inextricable de piedra y noche, con formas fluídas y orgánicas que se ven caprichosas y sin sentido dando la impresión de ser el trabajo de eones de erosión climática. Pero cuando uno toma la pipa en la mano derecha esta impresión de formas caprichosas desaparece en un instante: la pipa es totalmente ergonómica y la función subyace escondida bajo el detallado trabajo del artista. Las formas que remiten al caos primigenio también esconden otro secreto: es una sitter absolutamente estable.
Cada pipa de Alex es un pequeño universo poblado de secretos esperando a ser descubiertos. Y estos secretos son fruto del gran talento y la soberbia técnica del artista puestos al servicio de la forma sin sacrificar jamás la función.
Puede gustar o no, pero seguramente no dejará a nadie indiferente.
 
JMV
 
Nota: esta pipa también está disponible como parte del set de dos pipas Night Stone junto con un stand de Neal Yarm.