Los stands de Neal son definitamente elegantes y únicos. No hay nada parecido ni que se acerque al nivel de sus piezas en ejecución y calidad de materiales.
Éste en particular, con sus definidas curvas, contracurvas, y contrastes, tiene una gracia y un garbo espléndidos y difíciles de describir.
Mucísimo refinamiento en una pieza que va muy bien en un escritorio, una mesa de café, o en esa vitrina especial que dedicaste a tu colección.
El atemporal diseño me recuerda mucho en forma y factura a un portaplumas que usaba mi abuelo y que siempre admiré desde lejos sobre su escritorio, pero, mientras aquel era de caoba oscura y patinada por los años, en éste Neal logra, con la acertada selección de maderas exóticas, la luz, el contraste, y la calidez que le faltaba a aquella pieza antigua.
Me gusta mucho.
 
JMV